De la guerra mediática
internacional contra el pueblo de Venezuela en estos días, me quedo con una
foto de unos policías con abrigo y gorro de cosaco reprimiendo a una mujer. El
título o leyenda de la fotografía dice «Policía Bolivariana impide a estudiantes pacíficos gritar sus consignas "Queremos paz, no tenemos papel"». Quien no
sepa de geografía y clima caerá en esa trampa caza bobos. A mí lo que me
angustió y me puso a sudar fue pensar en los policías venezolanos, y en los maracuchos en
particular, ataviados con uniforme de invierno. Y es que en Maracaibo hay 40° a la sombra casi
todo el año, como dicen los poetas y sabemos todos los que
vivimos aquí.
Como dice Vilém Fluser:
«Las imágenes tienen la
finalidad de hacer que el mundo sea accesible e imaginable para el hombre. Pero,
aunque así sucede, ellas mismas se interponen entre el hombre y el mundo;
pretenden ser mapas y se convierten en pantallas. En vez de presentar el mundo
al hombre, lo re-presentan; se colocan en lugar del mundo a tal grado que el
hombre vive en función de las imágenes que él mismo ha producido. Éste ya no
las descifra más, sino que las proyecta hacia el mundo “exterior” sin haberlas
descifrado. El mundo llega a ser como una imagen, un contexto de escenas y
situaciones. A dicha inversión del papel de las imágenes se le puede llamar idolatría,
y ordinariamente podemos observar cómo sucede esto: las imágenes técnicas
omnipresentes han empezado a reestructurar mágicamente la “realidad” en un
escenario semejante a una imagen.»
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