jueves, 14 de noviembre de 2013

GUERRA IDEOLÓGICA CONTRA LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA. Y 2, PARA CONTRIBUIR AL DEBATE, A PROPÓSITO DE LA DEFENSA DE TESIS DE JOSÉ JAVIER



GUERRA IDEOLÓGICA CONTRA LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA

Hoy fui a la Universidad Bolivariana de Venezuela, sede Zulia. Fui a escuchar la palabra de un investigador venezolano, de las nuevas generaciones, para optar al doctorado. Desde la unidad integradora que allá llaman Proyecto, el profesor fue construyendo, junto a los estudiantes, el proceso de conocimiento desde y en una comunidad en construcción. Para decirlo más claro se trataba de averiguar, investigar, saber, acerca de los procesos de comunicación de las personas en la construcción de un barrio, ir a la realidad para saber. Se trataba, también, de confrontar el concepto de comunicación social con el de comunicación alternativa. Pero también de construir, de pensar, la teoría acerca de los procesos sociales, políticos, económicos, en definitiva de los procesos humanos en esta patria nueva que hacemos desde la revolución bolivariana. El profesor expresó con claridad que la “comunicación social” como teoría implica la reproducción de la información como mercancía, independientemente del espacio-tiempo, por empresas cuyas relaciones son jerárquicas y cuya finalidad última es la acumulación de capital. En cambio la “comunicación alternativa” implica procesos donde la interacción comunicativa produce y genera información que funciona para las relaciones humanas en un espacio y un tiempo determinados como una red, donde se privilegia lo social de la comunicación, su memoria, como un bien de la comunidad. Escuché la exposición del joven profesor con el placer de quien escucha lo nuevo, una manera nueva de explicitar la realidad cuando se ha escudriñado y vivido en ella, casi sin mediaciones de eso que llaman la “cultura occidental”. Y así siguió.
El profesor terminó su exposición y vino el horror. Ahí estaban, cual hienas, 3 miembros del jurado-jurásico y un poco más allá otra hiena de mirada huidiza que manejaba los hilos. Confieso que no lo esperaba. Suelo escuchar, es parte de mi oficio, con mucha atención a los otros que hablan. Había escuchado al profesor con atención y placer; ese que uno siente, sí, siente, cuando oye cómo las ideas se van tejiendo con la realidad y la descubren y se la presentan a uno como en bandeja: clara, diáfana. Las hienas, cada una en su estilo, expusieron sus juicios de valor, ninguno de hecho, desde su sabiduría colonizada, con saña. Incapaces de comprender lo que el profesor expuso usaron su poder, ese que da la “academia” muerta de los modelos fracasados del capitalismo neoliberal. O quizá algo se olieron: el joven profesor de la UBV es la universidad que viene, que ya está aquí, y que las hienas temen y desprecian en su mediocridad, en su incapacidad para lo bello de la construcción teórica de la realidad venezolana. Hasta confesaron que no se habían leído toda la tesis por lo extenso. Dos jurados defendieron al profesor, defendieron con preguntas y argumentos de hecho esa tesis que es parte de la historia de la UBV Zulia.
Contra la Venezuela Bolivariana hay una guerra económica, psicológica, ideológica porque el pueblo gobierna, porque contradecimos la dictadura capitalista neoliberal. Somos muy mal ejemplo para los pueblos, dicen las transnacionales de la desinformación. Contra la UBV, contra el nuevo modelo universitario que estamos construyendo, fuerzas ideológicas contrarias, las mismas de siempre, las que están acabando con las universidades autónomas, se ensañan. Enquistadas y sinuosas pretenden acabar con la belleza, la fuerza, la verdad del conocimiento de nosotros mismos y nuestros procesos con nuestros propios modelos. Pero les aviso: ¡Viviremos y Venceremos porque tenemos Patria y Memoria! ¡Bolívar y Chávez Viven!

Berta Vega
En Maracaibo, 13 de noviembre de 2013

... Y 2


PARA CONTRIBUIR AL DEBATE, A PROPÓSITO DE LA DEFENSA DE TESIS DE JOSÉ JAVIER



Escribo estas líneas desde la conmoción y el desagrado que todavía conservo como testigo de la reciente defensa de tesis doctoral de José Javier León en la Universidad Bolivariana de Venezuela titulada: Comunicación en asentamientos urbanos populares: caso barrio Renacer. Maracaibo-Venezuela, 2004-2012. Lo hago no sólo como su compañera sino como estudiante de ese doctorado y con el afecto que siempre he sentido por esa universidad.

Como recuento para contextualizar la anécdota debo decir que hoy 13-11-2013 José Javier defendió un proyecto de investigación que construyó al calor de los primeros años de la UBV-Zulia, es decir, en el sacudón nacional al que todos asistimos como fundadores, partícipes y testigos de un nuevo modelo de universidad, municipalizada y con Programas de Formación de Grado que desde la redefinición de sus nombres promovía y promueve una también novedosa concepción del ser humano. Para quienes no lo conocen, este nuevo concepto de universidad propone una unidad curricular denominada Proyecto la cual es eje transversal en los PFG, esta unidad es la oportunidad, comprometida y necesaria para que las universidades se involucren desde el primer año con las comunidades y piensen sus praxis articuladas a las mismas. En ese impulso José Javier junto a un grupo de estudiantes del PFG Comunicación Social comienza un trabajo de Investigación-Acción-Participativa desde el año 2004 que hoy pretendió cerrar, “académicamente” hablando, pero que se vio truncado por tres de los cinco jurados presentes, todas profesoras de las hoy cuestionadas universidades “autónomas”.

La disertación lejos de contribuir al debate desde el reconocimiento del otro y el respeto por su trabajo estuvieron signadas por descalificativos, juicios de valor y observaciones de forma como las apuntadas por la jurado Teresa Gamboa: la bibliografía no está ordenada alfabéticamente, hay dos capítulos teóricos y el texto es innecesariamente largo, entre otras en la misma línea. Sólo el jurado José Quintero Weir quien sí planteó la aprobación y emitió un voto razonado y por escrito, se abocó a hacer aportes desde el planteamiento filosófico y epistemólogico que se propone la tesis que a su decir “hace aportes importantes al debate teórico-político en cuanto a lo que hasta ahora se insiste en llamar Comunicación Social.”

El nivel de violencia verbal de una jurado “calificada” para hablar del tema, Ana Irene Méndez para más señas, nos advertía de lo que sería el veredicto, eufemismos más, eufemismos menos: aplazado. La razón: 1. El desconocimiento total y absoluto a nuevas maneras de relacionarnos con los saberes y los conocimientos. 2. La tesis era propuesta desde la reivindicación de lo oral como una forma válida de relatar la historia, lo que desconocieron al afirmar que la historia del barrio no estaba contada ignorando así olímpicamente los testimonios de los compañeros Edgar Hernández y César Larez, quienes además de estudiantes para ese entonces, son fundadores del Barrio Renacer y sus historias que son las del nacimiento del barrio transversalizan el trabajo. 3. La tesis era una propuesta metodólogica distinta, subvertía el orden tradicional de las estériles tesis de postgrados de estas universidades tradicionales, conservadoras, es decir, profundamente copeyanas y proponía una nueva metodología donde las preguntas ocurren al final de un arduo y lento trabajo de investigación y no antes; donde las respuestas no están digeridas sino convulsionadas, implicadas en redes de sentido que están diseminadas en todo el texto y que requieren de una lectura atenta y crítica.

La sospecha de si leyeron o no la tesis inevitablemente quedará entre los que estuvimos presentes debido a la superficialidad de las observaciones y a las confesiones de dos de las jurados, Ana Irene Méndez confesó con el mayor descaro y mediocridad típica de la mayoría de los profesores universitarios FAPUV no haber podido leer todo ese “mamotreto” y Zaida Guerra, en el momento interno de deliberación parece haber notado que a su tomo le faltaban 50 páginas. No nos asombremos, estos son los doctores que todavía tenemos y que, a Dios Gracias, van de retirada. Por eso celebramos la intervención de la tutora Dra. Luz Marina Rivas quien recogió con mucho aplomo el sentimiento de buena parte de quienes los acompañábamos al decir: esta tesis sistematiza el proceso que hemos vivido en UBV en estos diez años, tratando de construir una base epistemológica desde el tejido social que nos da sentido y razón de ser. La construcción de la teoría crítica necesaria, desde el seno de las comunidades, debe trascender el modo de construir y generar conocimientos anclados en el paradigma científico de las universidades tradicionales. Esta tesis, registra sobre todo nuestro proceso como UBV, desde allí puedo decir, decirles, que recibimos las observaciones sobre los aspectos a corregir, pero no aceptamos los términos con los que la profesora Ana Irene Méndez se ha referido a la tesis. "Si usted no pudo, ni podía leerla, pues profesora usted ha debido renunciar a ser jurado".

Aprovecho entonces, y es a este punto a donde quería llegar, para hacer la siguiente reflexión: mientras en espacios como la UBV, Misión Sucre y todo proyecto universitario nacido o redimensionado (UNERMB, por ejemplo) al fragor de esta revolución y como contrapropuesta a la lógica occidental-eurocéntrica sigamos llamando para evaluar las nuevas prácticas académicas revolucionarias de investigación que conciben la ciencia desde lo popular y para su beneficio a profesores que NO HACEN INVESTIGACIÓN DESDE, POR Y PARA LAS COMUNIDADES, nos encontraremos con estas posturas que además de irrespetuosas develaron hoy un profundo rechazo a esta propuesta de Educación del Siglo XXI que en resumen reivindica nuestra ética socialista.

Ana Felicia Núñez


martes, 12 de noviembre de 2013

100.000 mártires para Ginebra 2

100.000 mártires para Ginebra 2

A pesar de que la Conferencia de Ginebra realizada en junio de 2012 había precisado las bases para la paz en Siria, la guerra siguió su curso durante año y medio. 100 000 muertos más tarde, las potencias que planificaron y alimentaron el conflicto han admitido al fin su derrota. Moscú y Washington planean ahora la realización de una nueva conferencia de Ginebra para obligarlas a tomar formalmente nota de la victoria de la República Árabe Siria.
| Damasco (Siria)

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La Conferencia de Ginebra, en junio de 2012, debía sentar las bases de la paz en Siria. En aquel momento, para no entrar en conflicto con Rusia y China, la OTAN había renunciado a desatar contra Siria una campaña de bombardeos, similar a la que había aplicado contra Libia. La Francia de Nicolas Sarkozy había negociado la retirada de sus consejeros militares presentes en el Emirato Islámico de Baba Amro y obtenido la devolución de los oficiales franceses que habían caído prisioneros en aquel lugar. Se podía estimar lógicamente que el Estado sirio había ganado la partida y que el regreso a la normalidad estaba cerca.
Sin embargo, en la noche del 30 de junio, la Francia que acaba de elegir como nuevo presidente al socialista Francois Hollande emitía una reserva sobre la interpretación del comunicado final de Ginebra. Según el nuevo gobierno francés, como el futuro gobierno de transición sirio debía contar con la anuencia de todas las partes, el acuerdo de Ginebra implicaba la salida definitiva del presidente sirio Bachar al-Assad. Una semana más tarde, el presidente Hollande recibía en París a los participantes en la 3ª reunión de los «Amigos de Siria», teniendo como guest star a Abou Saleh –el joven periodista de France24 y de Al-Jazeera que había hecho reinar el terror en Homs. Terminaban allí las promesas de Sarkozy: ante el fracaso de la guerra de 4ª generación (la de las mentiras mediáticas), se decidía pasar a una guerra similar a la desarrollada contra la Nicaragua sandinista a finales de los años 1980 con la intervención de decenas de miles de combatientes extranjeros.
El brusco cambio de actitud de Francia estuvo determinado, al mismo tiempo, por las ambiciones de un grupo de miembros de la clase propietaria y por la corrupción del nuevo equipo dirigente.
  Para algunos capitalistas, la crisis económica de 2008 se caracteriza por la imposibilidad de obtener grandes ganancias en Francia debido al empobrecimiento de las clases populares. Así que empujaron al entonces presidente Sarkozy a preparar la guerra en Siria, proyecto cuya aplicación prosiguieron mientras aquel presidente negociaba la retirada francesa. El representante de los intereses de aquellos personajes en la sede de la presidencia de Francia era el jefe del estado mayor particular del presidente de la República, el general Benoit Puga, a quien el nuevo presidente Francois Hollande mantuvo en ese cargo.
  La campaña electoral de Francois Hollande estuvo financiada fundamentalmente –y también ilegalmente– por Qatar. Este minúsculo emirato, antiguamente vinculado a Francia, estaba gobernado por el ambicioso jeque Hamad desde el golpe de Estado de 1995. En 1999, el emir Hamad autoriza Exxon-Mobil a explotar de forma ilimitada los yacimientos de gas de Qatar. En pocos años, el pequeño emirato se convierte en un gigante mundial del gas y en propiedad de facto de la familia Rockefeller. A su llegada a la presidencia de Francia, Francois Hollande escoge como ministro de Relaciones Exteriores a Laurent Fabius, quien había servido de intermediario entre él y el emirato. Pero Fabius es ante todo lo que se ha dado en llamar «un amigo de Israel». Actuando como tal, Fabius empujará Francia a «desangrar» Siria.

El ataque comenzó el 18 de julio de 2012 con un atentado que costó la vida a los miembros del Consejo de Seguridad Nacional de Siria. Siguió a ese atentado una guerra de año y medio que dejó más de 100 000 muertos. En este momento, ya se ha llegado a la conclusión de que esta guerra no tendrá solución militar, dado que los Contras eliminados son rápidamente reemplazados por otros.
Moscú y Washington hablan en este momento de una Conferencia Ginebra 2. En efecto, el Reino Unido se vio oportunamente obligado a retirarse como resultado de un voto de la Cámara de los Comunes; el emir de Qatar fue obligado a abdicar por presiones de Estados Unidos; Francia no ha podido mantener su presión militar después de su intervención en Mali; Turquía está demasiado dividida para poder embarcarse en ningún tipo de operación de gran envergadura. No queda, de hecho, más que un solo jugador: Arabia Saudita.
Riad instaló a su ministro adjunto de Defensa en Amman –la capital de Jordania– para formar allí una fuerza de 50 000 mercenarios. Lo previsto era que el ataque químico perpetrado en la Ghouta por los Contras y con material proveniente de Turquía daría un giro a la situación. Los comandantes aliados se reunieron en Amman para preparar la operación de cambio de régimen… pero no pasó nada.
En realidad, al igual que cuando Washington obligó al emir de Qatar a salir del escenario, toda la excitación sobre los anunciados bombardeos estadounidenses contra Siria no tenía más objetivo que forzar la retirada de Arabia Saudita. Después de lanzar aullidos de dolor y de anunciar que se vengaría de Estados Unidos, los Saud parecen haber bajado la cabeza cuando John Kerry se fue hasta Riad para recordarles que si todavía se mantienen en el trono es porque Occidente así lo quiere. Resuelto ese problema, la Conferencia Ginebra 2 debería tener lugar a principios de diciembre o a finales de enero. De esa manera, los aliados de Estados Unidos concretarían por fin el acuerdo secreto pactado entre Moscú y Washington hace año y medio.
Thierry Meyssan Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).
Siria ha cambiado